Tramuntana XXI, un modelo exportable (II)
Uno de los proyectos de la entidad ha sido crear un material didáctico comarcal, basado en un mapa ilustrado con los valores naturales y culturales más señalados. Es la primera vez que se pone en marcha un proyecto común en todo el ámbito de la Serra de Tramuntana, con el objetivo de favorecer los sentimientos de comunidad y de patrimonio compartido entre los escolares.
Joan Mayol
Vicepresident de Tramuntana XXI
En el cuaderno anterior, evocábamos algunos problemas de la sierra de Tramuntana, en Mallorca, y anunciábamos la presentación de un nuevo enfoque para contribuir a afrontarlos: una ONG plurivalente, que intenta integrar aspectos ambientales, culturales y socioeconómicos. No es la panacea, pero cuantas más herramientas estén disponibles para afrontar la compleja realidad del mundo rural, más posibilidades de éxito tendremos al alcance de todos.
La sierra de Tramuntana afronta, en el siglo XXI, una crisis inédita en su milenaria historia, es decir, desde que los primeros humanos llegaron a la isla de Mallorca. Al colapso agrario (ganadero, agrícola y forestal) se unen los usos recreativos masificados (buena parte de ellos en propiedades particulares) y un déficit de gobernanza de las distintas administraciones implicadas, desde los ayuntamientos hasta el Consell Insular, pasando por los gobiernos autonómico y estatal. Pese a los diversos instrumentos normativos, el proceso de degradación es visible y acelerado.
Ante esta situación, un grupo de amantes de la sierra decidió asociarse hace pocos años para impulsar actuaciones y propuestas en favor de esta comarca privilegiada, a cuyos conocidos valores naturales se añaden los culturales y etnológicos. Se constituyó así la entidad Tramuntana XXI (TXXI), con el propósito de trabajar desde el conocimiento y buscar el consenso y el compromiso de personas, empresas e instituciones. No sólo se trata de conservar y restaurar este gran patrimonio desde una economía sostenible, capaz de proporcionar bienestar de sus habitantes, sino también como garantía de una experiencia de calidad para sus visitantes.
La entidad basa sus actuaciones en un mínimo y eficiente equipo de personas asalariadas, junto a un grupo de benévolos colaboradores que dedican parte de su tiempo al diseño de propuestas y al diálogo con los actores implicados. Veamos algunos ejemplos de sus actuaciones, que el lector puede conocer mejor en la web https://tramuntanaxxi.com/.
Detener y revertir el colapso agrario
A fin de cuentas, la sierra de Tramuntana es un espacio agrario con un gran pasado y un difícil futuro. Hay decenas de miles de kilómetros de bancales, un dispositivo impagable para evitar la erosión. La inmensa mayoría del territorio tuvo un uso ganadero, sector que hoy se encuentra en franca recesión. Los aprovechamientos forestales también fueron muy importantes en su tiempo (madera, leña, carbón, cal), una actividad basada en el esfuerzo humano y con pocas posibilidades de mecanización, que también han pasado a ser víctimas de los bajos precios en un mercado globalizado. TXXI ha insistido en demostrar la importancia del sector primario para el paisaje y para muchas especies, además de presentar a las administraciones y al público en general la difícil situación por la que atraviesa esta actividad. El principal logro obtenido ha sido constituir un grupo de seis ayuntamientos y varias entidades agrarias para impulsar una región de producción ecológica y consumo local, dirigida tanto particulares y familias, como a empresas de restauración y hostelería. Una semilla prometedora. En este sentido, ha sido un gran acierto conseguir el apoyo del Consell de Mallorca para crear una marca que identifique los productos y los servicios locales como garantía de calidad.
En el terreno de la educación y la sensibilización, dos ejemplos nos servirán para ilustrar la forma en que se viene actuando. Por un lado, el mapa escolar, con su correspondiente cuaderno didáctico, que ya han utilizado cientos de estudiantes en toda la comarca; y, por otro lado, un simple tríptico sobre buenas prácticas diseñado en colaboración por excursionistas y propietarios que, superando antagonismos, se han sentido partícipes de un proyecto común.
Detener los abusos sobre el territorio
El problema más clamoroso que se ha afrontado es el uso sistemático de la carretera longitudinal que recorre la sierra como pista de carreras clandestinas de coches y motos, con insoportables consecuencias en cuanto a contaminación sonora y molestias de toda índole para los vecinos. Al margen de la alta frecuencia de accidentes que provoca. Es sorprendente lo difícil que resulta oponerse a esta temeridad, pero al menos se ha conseguido avanzar en la implicación de las distintas administraciones. TXXI ha cumplido su papel como catalizador y ya han empezado a adoptarse las primeras medidas.
También podemos incluir aquí la edición de un Manual de gestión rural, con fichas técnicas de agricultura, ganadería, gestión forestal, conservación de especies y patrimonio etnológico. Dirigido a los propietarios de fincas, en su redacción han participado de forma totalmente altruista decenas de técnicos, profesores y expertos. Si tenemos en cuenta la cantidad de nuevos propietarios de origen urbano, este documento tendrá seguramente efectos positivos a medio plazo. TXXI también ofrece un servicio de asesoramiento personalizado a propietarios rurales, parte de los cuales son recientes, desprovistos de cultura campesina.
La gobernanza como clave de la bóveda
TXXI se ha fijado la gobernanza como primer objetivo desde el primer día. Desgraciadamente, las distintas administraciones funcionan a veces como compartimentos estancos, las ansias de protagonismo político no son excepcionales y, sobre todo, la inercia de la costumbre y las urgencias de lo cotidiano dificultan la gestión compartida y participativa del territorio. La idea ha ido calando y hemos tenido el placer de ver atendidas propuestas de reuniones de trabajo entre agricultores, propietarios, políticos y técnicos para diseñar los instrumentos necesarios para avanzar hacia un futuro mejor.
Por supuesto, no todo han sido éxitos. De hecho, a día de hoy son más los problemas que las soluciones y no todas las ideas llegan a materializarse. Pero el enfoque puede valer y no solo aquí, en Mallorca. Al fin y al cabo, muchos sapillos baleares o ferrerets viven en abrevaderos para el ganado, los buitres necesitan restos de animales domésticos y los incendios se previenen con una buena gestión forestal, agrícola y ganadera. La naturaleza se conservará mejor cuantos más y más próximos sean sus amantes. En ello estamos.
Article publicat a la revista Quercus núm. 418 (desembre 2020)