Sobre la crisi del coronavirus a Mallorca

Sobre la crisi del coronavirus a Mallorca

Una declaración de intenciones hacia un futuro más justo, más próspero y más resiliente

Comunicado a la opinión pública de las asociaciones Tramuntana XXI, Pla de Mallorca XXI y Palma XXI y la Fundación Iniciativas del Mediterráneo

Mallorca, 16/04 / 2020.- La pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto la fragilidad de nuestros sistemas políticos, económicos y sociales así como la extrema vulnerabilidad de las personas. Todo indica que la crisis sanitaria que vivimos en estos momentos derivará en una profunda crisis económica y social con efectos prolongados. La situación balear es especialmente grave debido a la dependencia que tiene su economía de la industria turística, uno de los sectores más afectados en la actual situación. Por eso el esfuerzo y compromiso del conjunto de su población deberá ser ejemplar.

En este contexto, las asociaciones Palma XXI, Tramuntana XXI, Pla de Mallorca XXI y la Fundación Iniciatives del Mediterrani queremos manifestar nuestra intención de redoblar nuestros esfuerzos a continuar trabajando por una sociedad y un entorno más justo, más próspero y más resiliente. En el contexto de la crisis climática y desde el marco de la transición ecológica, haremos uso de todas nuestras herramientas para contribuir a la reconstrucción sostenible de nuestra economía y nuestra sociedad.

Para ello vamos a seguir trabajando desde nuestros ámbitos y ópticas particulares en los siguientes frentes:

Sociedad. La presente crisis sanitaria ha dejado claro que una sanidad pública, universal y solvente así como la solidaridad y el apoyo a las personas más vulnerables son condiciones imprescindibles para perdurar y avanzar como sociedad.

Por ello queremos manifestar nuestra intención de:

  • Realizar un seguimiento de la crisis sociosanitaria y mantener contactos periódicos con agentes claves del sector.
  • Volcarnos en la creación de contenidos y espacios digitales y presenciales, para seguir con nuestra misión de generar diálogo entre personas, entidades y sectores para aumentar la participación y avanzar en bloque como sociedad.
  • Facilitar la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones y defender los bienes y derechos comunes.

Economía. La excesiva dependencia de la industria turística representa un riesgo demasiado elevado para nuestra sociedad. Las nefastas consecuencias económicas y sociales de la paralización de la actividad turística ponen de manifiesto la urgente necesidad de diversificar la economía. Sectores como la innovación, educación, el medio ambiente, la agricultura, la industria y la cultura deben reforzarse para configurar un tejido económico sólido que responda a las necesidades de las islas.

Por eso trabajaremos para:

  • Continuar avanzando en la diversificación de la economía que debe afectar tanto los sectores de servicios y turismo, como industria, investigación y sector primario de nuestro modelo productivo. Atendiendo especialmente a los conceptos de sostenibilidad y resiliencia, impulsando y colaborando el trabajo en red con entidades públicas y privadas.
  • Reforzar el sector primario, creando una comisión de seguimiento de la agricultura en Mallorca y dando nuestro apoyo a las redes de entidades, impulsando el producto local y ecológico.
  • Apoyar y visibilizar iniciativas culturales y de recuperación patrimonial, tanto por su valor y aportación fundamental a la sociedad de las islas, como por ser actividades potencialmente rentables en el marco de un escenario diversificado de la economía.

Medio ambiente. El buen funcionamiento económico y social estará siempre condicionado por el factor ambiental y climático, por lo que cualquier actuación que llevemos a cabo, debe ajustarse a los principios de transición energética y al contexto de emergencia climática. Un medio ambiente vivo y resiliente es una garantía a largo plazo para nuestra economía y bienestar.

Para ello necesitamos:

  • Continuar trabajando con entidades sociales y administraciones públicas para estudiar y establecer capacidades de carga en actividades que son contaminantes, potencialmente perjudiciales para la salud pública o que tienen un impacto sobre los recursos y los ecosistemas naturales.
  • Apostar por un desarrollo agrícola ecológico y adaptado al cambio climático, estableciendo lazos tanto en Baleares como con regiones vecinas del Mediterráneo.
  • Incentivar y apoyar acciones que supongan la incorporación de buenas prácticas ambientales y de economía baja en carbono, el uso responsable de recursos hídricos y energéticos o la movilidad sostenible.

Nos encontramos frente a un reto de magnitud y consecuencias todavía hoy imposibles de calcular, una situación comprometida que inevitablemente nos dejará heridas. Al mismo tiempo, estos días también nos dejan señales para la esperanza, con una sociedad civil comprometida con el bienestar común y el apoyo a los más vulnerables y cercanos; actitudes que nos muestran que sí, que formamos parte de una sociedad con sentimiento comunitario que puede unirse y afrontar el futuro en conjunto, con solidaridad y compromiso.

Tenemos la oportunidad de recuperarnos desde la cooperación y el consenso, aplicando buenas prácticas para corregir inercias viciadas, retomar actividades y fortalecer sectores. Aplicar una planificación estratégica en la que la necesaria recuperación turística, sea aprovechada para reconducir el modelo hacia una economía más integrada. De este modo, y en la línea que nos ha caracterizado hasta ahora, nuestros esfuerzos irán dirigidos a mejorar la vida de las personas y trabajar en favor de la responsabilidad ambiental, económica y social, con el objetivo de regenerar las islas desde del diálogo.