Soy agricultor por afición y amante de la caza tradicional (de tordos a coll y de cabritos con perros y lazos). Mi madre es de Valldemossa y mi padre de Bunyola, he vivido en los dos municipios. Mi vinculación con la Serra es una cuestión familiar, desde siempre en casa todo el mundo amaba este territorio.

Mis abuelos y tíos eran campesinos, aprendí mucho de ellos. Mi abuelo ya perseguía cabras en Son Moragues hace 100 años. Cuando era pequeño, quedaba embobado con estas historias. Ayudaba al abuelo en la finca, cosechando almendras y otros trabajos de temporada.

Ahora cuido de una finquita y un pequeño olivar en Valldemossa. La compré porque había un coll con una vista impresionante: soy muy aficionado a la caza tradicional de tordos, con hilados.

Fui concejal de gobierno 12 años en el Ayuntamiento de Valldemossa, coordinando temas medioambientales y sociales.

Desde la Concejalía he estado muy vinculado a impulsar la recuperación de los caminos públicos. Valldemossa ha hecho bandera de la recuperación de caminos públicos y, sobre todo, incorporando una visión de red. Impulsamos una ordenanza desde el Ayuntamiento que fue precursora de los aspectos más positivos de la ley de caminos.

Durante el tiempo que he sido concejal con mis equipos he intentado que el pueblo tenga los servicios necesarios y que la gente no tuviera que depender de Palma: hoy tenemos una guardería, una escuela de música (con 120 alumnos), instalaciones deportivas, un centro de día, etc.

Respecto a la caza tradicional, creo que hemos ayudado a recuperar su valor. Para mi la caza tradicional tiene valor como herramienta de protección del territorio, no es antagónica. Los cazadores también hacemos custodia del territorio.

Creo que el principal problema de la Serra es la sustitución del paisaje: de uno muy cuidado a uno mayoritariamente abandonado. A los cazadores nos afecta y lo vemos claro: los tordos ya no van a dormir a los bosques y a comer aceitunas, los colls no funcionan como antes. Vemos como el espacio se degrada y puede caer en abandono con mucho facilidad.

También me preocupa la sustitución del know how campesino por un know how técnico. Aquí había un sistema de agricultura que hace 4000 años ya funcionaba, ¿porqué cambiarlo por un sistema basado en químicos? El saber campesino ya tenía la idea de protección, debemos recuperar esta manera de hacer que ha permitido mantener la Serra durante miles de años.

Amo la Sierra por la sensación de libertad antigua que me da.